Lincoln impulsa una educación física inclusiva

El colegio internacional de La Lucila lleva adelante un programa de inclusión en la actividad física de estudiantes con necesidades de aprendizaje específicas.

Aprender en un entorno diverso es beneficioso para una comunidad educativa. La diversidad de Lincoln, la escuela internacional de La Lucila, no solo se refleja en la multitud de nacionalidades y culturas en su comunidad, sino también en las diferentes necesidades de sus alumnos. Se trata de una nueva perspectiva, en la que la inclusión conduce y estimula la excelencia académica. Lincoln impulsa esta visión en las aulas y en el campo de deportes.

La educación física es un derecho y una parte esencial del plan de estudios y del bienestar de los estudiantes. Resulta una prioridad que todos puedan participar con independencia y facilidad. “Lo que hace de Lincoln un lugar extraordinario es el esfuerzo continuo por reducir las barreras que excluyen a los estudiantes del acceso al entorno físico y al aprendizaje”, explica Sientania McNeil, directora de Servicios de Apoyo a los Estudiantes en Lincoln.

Lincoln ha adaptado sus instalaciones, equipos y métodos para ofrecer un programa de educación física que responda a las necesidades motoras, físicas y cognitivas de cada estudiante. El colegio cuenta con equipos de apoyo al aprendizaje para acompañar de forma personalizada a los niños y jóvenes de todos los grados. Esto incluye a docentes certificados y experimentados en necesidades de aprendizaje específicas y consejeros que ayudan a integrar la formación de todos los alumnos.

“Organizo eventos deportivos y viajes, en los que la inclusión de alumnos con discapacidad siempre ha sido el objetivo. Incluir a todos motiva el aprendizaje, mejora la experiencia y aumenta el disfrute de las vivencias en grupo”, explica Silvia Mondria, Profesora de Educación Física y Coordinadora de las Actividades Extraprogramáticas de Primaria. En sus 28 años como docente de Lincoln, ella ha acompañado en el aprendizaje a alumnos con un amplio rango de necesidades: trastornos del espectro autista, síndrome de Down y diversas discapacidades motrices.

Pero, ¿cuáles son las claves de la inclusión en la Educación Física? Los profesionales de Lincoln destacan seis factores.

1- Instalaciones accesibles

Para asegurar la circulación de todos los estudiantes, Lincoln cuenta con rampas, espacios modificados para las necesidades sensoriales y equipamiento deportivo alternativo. También han implementado el uso de herramientas tecnológicas como la aplicación Exercise Buddy App, que ofrece a los alumnos la posibilidad de elegir y realizar pausas de movimiento durante Educación Física y dentro de la jornada escolar regular.

2- Apoyo Individualizado

Lincoln proporciona instrucción individualizada o en pequeños grupos, adaptada a las necesidades y capacidades específicas de cada alumno, centrándose en el desarrollo y dominio de las habilidades, al ritmo de cada uno. Este apoyo individualizado y el uso de equipamiento deportivo personalizado permite que los estudiantes alcancen su máximo potencial.

“Las modificaciones personalizadas de las actividades y el acceso a recursos especializados son la clave de nuestro programa”, explica Bárbara Tissera, profesora auxiliar de Educación Física en Primaria. Desde 2007, ella ha acompañado desde su rol a alumnos de Lincoln con trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, síndrome de Down, espasticidad, espina bífida, parálisis cerebral y diferentes discapacidades.

Formada en Counseling y con una carrera en Educación Física, Tissera dirige sus clases con un enfoque holístico e integrador de la educación física. “Gracias a esta integración, puedo atender las necesidades individuales de los alumnos, incluidos los que tienen requisitos especiales, garantizando que todos los niños tengan la oportunidad de prosperar”, señala.

3- Programas Flexibles

La adaptación de ejercicios para acomodar diferentes habilidades y formas de aprendizaje promueve la participación equitativa de todos los estudiantes. Lincoln cuenta con un currículum que responde a este aprendizaje, con adecuación de áreas de juego, simplificación de ejercicios, ajuste del reglamento de actividades y cambio del equipamiento deportivo, como por ejemplo, el uso de pelotas más livianas.

Pese a la flexibilidad del programa, este también incluye ciertos lineamientos. “Las rutinas estructuradas y procedimientos predecibles ayudan a los alumnos a sentirse más cómodos y seguros, reduciendo la ansiedad y fomentando la participación”, comenta Silvia Mondria.

“Añadir instrucciones visuales es especialmente beneficioso para los alumnos con deficiencias cognitivas o sensoriales”, agrega Tissera. Las tarjetas de tareas e instrucciones visuales proporcionan orientaciones claras y concisas; y las demostraciones e indicaciones verbales ayudan a los alumnos a mantener la concentración y a comprender las expectativas de la tarea.

4- Fomentar la participación 

La inclusión no solo supone adaptar las instalaciones y los métodos de enseñanza, sino asegurar un sentimiento de pertenencia. Lincoln promueve la participación activa de los alumnos con necesidades específicas en las actividades de Educación Física, haciendo hincapié en sus puntos fuertes y sus habilidades para promover el bienestar físico desde un abordaje integral, y garantizar así la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes.

Pero el acompañamiento no solo tiene que ser de los docentes, sino de toda la clase. La clave, cuenta Silvia Mondria, es el apoyo de los compañeros: “Fomentamos emparejar a estudiantes con discapacidad con compañeros o mentores que puedan proporcionarles ánimo, asistencia y apoyo social durante las actividades de educación física”. Tissera añade: “Las estrategias de enseñanza integradoras garantizan que todos los alumnos puedan participar de forma significativa”. Se trata de resaltar las capacidades por encima de las discapacidades y celebrar los logros para construir confianza y motivación, lo que permite a los estudiantes comprometerse plenamente en las actividades.

5- Personal Formado

“Integrar a estudiantes con discapacidad en las clases de educación física puede ser motivador y a la vez un desafío. Esto subraya la necesidad de formación continua y de recursos para poner en marcha prácticas inclusivas y desarrollo curricular”, comparte Nicolás Puricelli, profesor de educación física de Primaria. En Lincoln, todos son aprendices, incluso los docentes. La capacitación constante permite incrementar los conocimientos y estrategias de adaptación, además de asegurar un crecimiento continuo en la enseñanza inclusiva y en la concientización sobre las necesidades diversas.

6- Colaboración

La diversidad en el cuerpo estudiantil de Lincoln también existe en su cuerpo docente. La colaboración entre los educadores de Educación Física, los profesores de educación especial, los terapeutas y otros especialistas garantiza un apoyo coordinado para el desarrollo general de los estudiantes.

“La comunicación abierta y la colaboración entre todos los miembros del equipo que trabajan día a día con los alumnos favorecen su desarrollo no sólo en educación física, sino en todas las áreas escolares”, explica Tissera. Mediante la colaboración, es posible construir un entorno que refuerce positivamente a los estudiantes, para reconocer sus esfuerzos; algo que aumenta la motivación, la autoestima y la sensación de logro.

La inclusión para la excelencia académica

“La integración debe ser global e involucrar a toda la comunidad escolar, incluidos padres, profesores, alumnos y directivos”, reflexiona Purichelli. La comunicación abierta y continua entre los profesionales de Lincoln construye un entorno en el que cada alumno se siente valorado, apoyado y capacitado para participar plenamente en la actividad física.

“Creo que es crucial reconsiderar tanto la estructura de las escuelas como el sistema educativo”, comparte Puricelli. Este deseo de un futuro en el que el sistema incluya intrínsecamente a todos los alumnos, independientemente de sus necesidades, se alinea con la visión de Lincoln de cultivar un entorno de aprendizaje solidario y justo; reconociendo que en la diversidad reside la mayor fuerza y potencial.